Profesionales en turismo y los desafíos para acelerar la reactivación
Cuando hablamos de turismo me gusta iniciar el diálogo preguntando: ¿cuál es tu visión del turismo?, ya que sin esta base puede resultar complejo entender los diferentes enfoques. Para mí, el turismo es un fenómeno socioeconómico que genera diversos cambios en el comportamiento humano e impactos en su entorno, pero, sobre todo, significa oportunidad de desarrollo y aprendizajes, puede contribuir a la prosperidad, la inclusión social, y a la conservación de los recursos culturales y naturales. Además, fortalece nuestra identidad y empatía a través del entendimiento e intercambio entre las diversas culturas, lo cual hace que el turismo sea un potencial para convertirse en catalizador de paz.
Hoy, como sabemos, nuestro sector ha sido golpeado por la pandemia de la COVID-19. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), al 2020, se registró una caída del 11.12% del PBI, su peor resultado de los últimos 30 años. Siendo, los principales rubros afectados: Agencias de Viajes y Operadores Turísticos con una caída de -74.57%, Alojamientos con -73.81%, Transporte Aéreo con -61.57%, Restaurantes con -46.95% y Transporte Terrestre de Pasajeros con -25.89%. Por otro lado, según la Cámara Nacional de Turismo del Perú (CANATUR), se estima una afectación de 800 mil empleos y una pérdida de aproximadamente US$ 2000 millones. Donde, sin duda, quienes requerirán de mayor apoyo y priorización para recuperarse serán las micro, pequeñas y medianas empresas.
Para entender la magnitud de esta crisis y los problemas preexistentes necesitamos "ver completo el bosque", alzar la mirada y participar desde diferentes ámbitos. El turismo es transversal, y analizarlo solo desde nuestra perspectiva resulta menos sustantivo. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, a veces, quienes se alejan del sector no lo hacen con ese fin de "alzar la mirada"; por lo contrario, suelen ser profesionales que no logran ubicarse estratégicamente en los puestos idóneos, que estén más vinculados a la planificación y gestión turística, y mejor aún, a la sostenibilidad. Esto limita la oportunidad de contar con líderes capacitados y en puestos de toma de decisión clave.
Por ello, urge que la mayor cantidad de profesionales de turismo nos reinventemos y contribuyamos a acelerar la reactivación. ¿Cómo sumar? Creo que el camino va por varias vías, y muchas seguramente se pueden trabajar en paralelo, de eso consiste formarnos una mirada integral, priorizar, y ser más estratégicos para transformar la crisis en oportunidad.
Por un lado, considero que debemos ir planificando acerca de las nuevas formas de viaje que se han gestado, como la de los "nómadas digitales" (profesionales que usan las nuevas tecnologías para trabajar remotamente desde cualquier parte del mundo), cuyo número, según un estudio de MBO, en Estados Unidos, ha crecido un 49% en un año, al pasar de los 7,3 a los 10,9 millones de personas del 2019 al 2020. Esta nueva tendencia de viajes requerirá nuevas regulaciones y políticas, por lo que la generación de datos y evidencia liderada por la academia será clave para compartir buenas prácticas e ir testeándolas y adaptándolas en nuestros territorios. Cabe señalar que, sin ir muy lejos, Argentina ya viene trabajando una "visa especial".
Asimismo, buscar innovar en la forma de organizarnos. ¿Estamos aprovechando la transformación digital para integrar plataformas que nos permitan articularnos mejor?, y, por ejemplo, ¿co-crear soluciones que abarquen la sostenibilidad como ventaja diferencial, el acceso a financiamiento para la formalización y/o el fortalecimiento de la gobernanza turística?
Analicemos la agenda internacional. Ya se está hablando cada vez más de destinos inteligentes y resilientes frente a la gran crisis climática, así como de economía circular, de medición de impacto e indicadores para la toma de decisiones, y de cómo repensar el turismo par aprevenir casos de "turismofobia" en el futuro.
Preparémonos para abordar estos temas y hagamos incidencia para hacer crecer el ecosistema de innovación en turismo sostenible. Este contexto lo hace más necesario que nunca. Unamos voluntades para que nuestra carrera se ponga en valor y se complemente con las demás en favor de acelerar la reactivación para un futuro resiliente, desde el rol que nos toque, inclusive si estuvimos o estamos desarrollándonos desde otro sector.
La oportunidad de volver mejores es ahora.